Miguel Urbán Crespo, autor. – Señora presidenta, en Filipinas, durante la supuesta guerra contra las drogas, se ha asesinado a más de 27 000 personas y, con la excusa de la lucha contra el terrorismo, se ataca, se asesina y se encarcela a sindicalistas, a personas defensoras de derechos humanos, a activistas y a periodistas como Zara Alvarez, Maria Ressa y Leila de Lima. Pero, aparentemente, estas violaciones de derechos humanos no son suficientes para que la derecha de este Parlamento exija de manera rotunda y clara la suspensión inmediata de los privilegios otorgados en el marco del sistema de preferencias generalizadas, un sistema que debería estar condicionado a la aplicación de los convenios internacionales de derechos humanos y laborales que, claramente, no se cumplen ahora mismo en Filipinas.
Exigimos que se dejen de comercializar armas y equipos militares con Filipinas y que se suspendan inmediatamente las preferencias comerciales hasta que no se respeten los derechos humanos. Esto se tiene que hacer de manera urgente. Ya. No esperemos a mañana.