¡Ocupemos el mundo!
La “dictadura de los mercados” ha sido ese elemento necesario para reconocernos en el “otro”. Somos la misma cosa: el mismo objeto de explotación. Pero también somos el mismo sujeto, el mismo cuerpo capaz de negar lo existente como inevitable: Es por eso que hemos aprendido juntos y juntas a vencer el miedo individual para encontrar la fuerza en lo colectivo y ocupar el espacio público. Cada práctica de resistencia está siendo un estímulo. Se difunden y se readaptan a contextos aparentemente desconectados y lo hacen para trasladar, casi cada día, el centro del movimiento de un escenario a otro: hoy Egipto, mañana alguna ciudad de EEUU, pasado Atenas o Moscú. El mes siguiente un nuevo país. Este libro recoge y analiza este crisol de experiencias con escritos de autores de todo el mundo.
Barcelona, Madrid, Atenas, Túnez, El Cairo, Lisboa, Islandia, Oakland, Wall Street, Londres, Moscú, Tel Aviv…